Habia Una Vez,
Un Gobernante Soberano,
El Rey de reyes.
Un día, motivado por Su amor incondicional,
Este Rey Altísimo
Sacrificó su Mayor Tesoro,
~Su Único Hijo~
Para salvar a Sus enemigos de la destrucción eterna.
Tan grade fue Su Sacrificio y Amor, que todos
aquellos que creen en Su Nombre
tienen el derecho de ser llamados Hijos de Dios.
Vamos a descubrir la grandeza y amor de
Aquel que es llamado el Altísimo,
y aprender lo que significa ser llamada
Sus Hijas…Sus Princesas.